La identificación precisa de migración de la línea de la costa y la migración de playas hacia dentro de la isla son dos de los hallazgos más importantes que presentó hoy el Instituto de Investigación y Planificación Costera de Puerto Rico (CoRePI-PR), adscrito a la Universidad de Puerto Rico, Recinto de Río Piedras (UPR-RP), del proyecto investigativo sobre el estado de las playas de Puerto Rico tras el huracán María.
En el Proyecto del Estado de las Playas Post María generó un banco de datos sólidos y de alta precisión que presenta los atributos y cambios de extensión de las 1,285 playas de Puerto Rico luego del paso del Huracán María.
El estudio consistió en identificar las zonas de playas con la magnitud de erosión y acreción para los 44 municipios costeros de la isla con intervalos de medición de cada 10 metros de playa, para septiembre del 2017 y julio del 2018. También se identificaron las zonas costeras que presentan movimiento (migración) de la línea de agua y playa tierra adentro, como también la caracterización de atributos de la línea de costa como la presencia de estructuras, infraestructura de mitigación, carreteras, entre otras.
Los resultados del mismo señalan que “aproximadamente 99 kilómetros de línea de costa habían migrado hacia tierra adentro de Puerto Rico para julio del 2018. Los municipios con mayores secciones de migración de línea de costa hacia tierra adentro para este periodo fueron: Vieques, Cabo Rojo, Arecibo, Humacao, Isabela, Vega Baja, Fajardo, Luquillo, Loíza y Hatillo”, explicó la doctora Maritza Barreto Orta, investigadora principal del estudio. “La migración de línea de costa hacia tierra adentro pudiera representar un aumento en la exposición de la población, infraestructura y servicios al alcance del efecto de inundaciones costeras ante nuevos eventos”, añadió.
Mientras, un hallazgo novel que se realizó en este estudio fue la identificación de zonas con migración de playas hacia tierra adentro en la isla, aproximadamente 58 kilómetros de franja de playa. Los municipios con mayor secciones de migración de playa hacia tierra adentro para este periodo fueron: Vieques, Humacao, Hatillo, Mayagüez, Aguada, Arecibo, Camuy, Isabela, Vega Baja y Rincón.
Barreto Orta, quien es oceanógrafa geológica y especialista en erosión costera, puntualizó que “la migración de la línea de costa y de playa es un asunto de importancia que todos los sectores tienen que atender con urgencia. El no insertar la migración de línea de costa y playa dentro del manejo costeros producirá decisiones incorrectas”.
Como parte del proyecto, se diseñó un “story map” que contiene todos los los hallazgos del estudio y está accesible, especialmente para el uso de agencias gubernamentales, entidades y organizaciones [https://storymaps.arcgis.com/stories/61653d2d9a1748168488235d866f3e89].
Durante la presentación también se recomendaron, a partir de conocer la situación de los cambios costeros y la caracterización de los atributos de la costa, unos 48 cursos de acción para solucionar el problema de erosión en la isla. Estos cursos de acción se alinean hacia la protección, adaptación, política pública y relocalización planificada, entre estos, se identifica que Puerto Rico no tiene un protocolo detallado de manejo de erosión costera.
“No hay duda que la dirección en la planificación de costas, va dirigida a una enfocada a analizar los cambios costeros desde una perspectiva integrada, pues los hallazgos presentan una nueva costa. Esta nueva planificación tiene que contar con evaluaciones transdiciplinarias e integral que vaya más allá de los límites del municipio”, señaló la doctora Barreto, también directora del CoRePI-PR.