Venía de lejos, entre rastros calurosos y presentimientos.
Me llegó como llegan las cosas deseadas.
Llanto de niño, canto de ave, la omnipresencia de la fosa.Venía de lejos, entre rastros calurosos y presentimientos.
Me llegó como llegan las cosas deseadas.
Llanto de niño, canto de ave, la omnipresencia de la fosa.Siento que si me quedo aquí
a la vera de su cuna
mi madre no morirámanifesto
colegas, familiares, amigos,
normalicemos el odio,
tengámoslo bien cerquita del pecho
—donde debe estar—…sobrevivientes de la incertidumbre.
así cómo la culebra sacude
la espléndida longitud de su cuerpo
desechando en hilachasA Vane, a Rubis, a Mairym, a Emilio y a Rubén
I. Apócrifo del viudo tarsiano
La viudez no le sentaba bien y volvió a casarse por segunda vez.