Este importantísimo aval se da luego de cumplir con los 33 criterios de evaluación de excelencia, algo difícilmente logrado por cualquier institución en el ámbito nacional.
La Escuela de Arquitectura de la Universidad de Puerto Rico acaba de ser reacreditada por la National Architectural Accrediting Board (NAAB) luego de un proceso en el que esta entidad comprobó y validó a cabalidad —y con contundentes elogios— el cumplimento total de los requisitos necesarios para obtener su aval. La reacreditación estará vigente por los próximos 8 años, el plazo más largo posible para programas profesionales de arquitectura.
El proceso de evaluación de la NAAB se llevó a cabo en marzo pasado y estuvo a cargo de la profesora —y decana de la Escuela de Arquitectura hasta entonces— Dra. Mayra Jiménez, quien señaló que “la acreditación es un proceso que mide los programas de las escuelas de arquitectura bajo los mismos estándares y criterios a nivel de Puerto Rico y Estados Unidos”.
“Nuestra Escuela ha demostrado estar a la altura de las mejores”, añadió. “Cualquier aspirante a formar parte de nuestra comunidad académica tiene la seguridad de que va a recibir una educación de calidad, una educación que reta el intelecto y que prepara para el competitivo mundo laboral en y fuera de Puerto Rico. Este logro es de todos, de los estudiantes y los profesores que desde el salón de clases cultivan el saber y juicio de nuestra disciplina, y del equipo de Administración y Decanato que recopiló, organizó y validó las evidencias para demostrar nuestro calibre".
Según explicó la Dra. Anna Loreina Georas Santos —decana interina actual de la Escuela— del informe del equipo de la acreditadora de las escuelas de arquitectura de la nación americana y en el extranjero “se desprende que quedaron impresionados con el ambiente ‘vibrante’ de nuestra comunidad académica y enfatizan el calibre ‘Excelente’, con E mayúscula, del compromiso y ánimo de los estudiantes, facultad, bibliotecarios y personal no docente de la Escuela”.
“También hacen hincapié —agregó— en que cumplimos con todas las condiciones de la acreditación, tres con distinción: dos relacionadas a la práctica profesional y la tercera, a la calidad de nuestra cultura educativa. Además, resaltan la ‘resiliencia’ de nuestra recién revisada oferta académica que reconoce que la ciencia de la arquitectura confronta cambios acelerados ante el calentamiento global. Sobre todo, quedaron impresionados con nuestro afán por inculcarles a nuestros estudiantes un conocimiento certero del ejercicio de la profesión y por garantizarles una primera experiencia profesional antes de graduarse. Esta acreditación excepcional es producto del esfuerzo de todos: estudiantes, profesores, bibliotecarios y el personal no docente de la Escuela, el Recinto de Río Piedras y la presidencia de la UPR, juntos, forjando comunidad”.
Para la Dra. Angélica Varela Llavona —rectora del Recinto de Río Piedras de la UPR— esta reacreditación “es un testimonio incuestionable de la excelencia cimera de nuestra Escuela de Arquitectura y de todas las personas que se entregan con pasión y talento a la formación académica de nuestra comunidad estudiantes”.